sábado, 27 de septiembre de 2008

PAUL NEWMAN NO HA MUERTO





Esta tarde, cuando me llegó la triste noticia,
sentí que la muerte revoloteaba a mi alrededor.
Sentí que nunca más iba a sentir
la vida que había en aquella mirada azul.
El viento arreció, las cortinas se inquietaron,
y a punto estuve de apagar las luces
y ponerme a llorar.
Pero de pronto advertí que me habían engañado.
Paul Newman no ha muerto.
Paul Newman no se ha ido, dejándome sin él.
Sigue aquí, conmigo.
Está en las mil fotografías de mi archivo.
Sigue viviendo, y haciéndome vivir,
en las películas que guardo en un cajón sagrado.

viernes, 26 de septiembre de 2008

LA ENFERMEDAD VASCA

Los pueblos también se enferman. Y a veces se curan, y a veces no. Es el caso -duele decirlo- del pueblo vasco: un pueblo que está enfermo, y que nadie sabe si está en vías de curarse o está empeorando, porque quiere curarse y no quiere curarse al mismo tiempo.

¿De qué padece el pueblo vasco? ¿Cuál es su enfermedad? Padece de una dolencia aparentemente tan compleja, que, hasta hoy, nadie ha sabido explicarla con precisión. Pues unos la entienden como el resultado de una mentira envenenada, otros como un castigo divino, otros como un delirio salvaje... Y así no hay remedio, porque no hay forma de que la receta sea única y clara.

De ahí que yo me esfuerce -para mi propio consumo- en encontrar una explicación que sea sencilla y convincente: que no me líe con los discursos repetitivos de los políticos, ni con la brutalidad de los bestias que matan y amenazan. Y creo haberla encontrado:

Es verdad que el pueblo vasco ha sido un pueblo históricamente admirable. Pero no porque lo dijera ningún Sabino ni ningún Arana, y sí porque vascos fueron Juan Sebastián de Elcano (que completó la primera vuelta al mundo); Miguel López de Legazpi (que conquistó para la Corona las Islas Filipinas); Blas de Lezo (que defendió Cartagena de Indias del intento de invasión inglesa); y Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu; e Ignacio de Loyola; y Diego López de Haro, Churruca, Arriaga, Zumalacárregui, Zuloaga, Zubiri; y muchos otros, como Pedro López de Ayala, que escribió aquello tan mundano:

Plogome otrosí oír muchas vegadas
libros de devaneos, de mentiras probadas;
Amadís e Lançalote, e burlas encantadas,
en que perdí mi t
iempo a muy malas jornadas.



Y ahora resulta (y aquí está para mí el fondo de la enfermedad) que oscuros licenciados en Filosofía superficial, que además han estudiado un poquito de Ingeniería y otro poquito de Teología, como un tal Javier Madrazo Lavín, pueden ser, con todas las de la ley, consejeros del Gobierno legítimo del importante y convulso País Vasco. ¿Qué más quieren?


jueves, 25 de septiembre de 2008

¡BUSH!

Guarden. Guarden esta foto, de este hombre lamentable, asustado, arrinconado, intentando explicar lo inexplicable: el hundimiento del sistema financiero; el ridículo del país más poderoso de la Tierra.

Puede ser, el día de mañana, una foto histórica. Pues muestra de forma magistral la pequeñez de un gobernante sin talla. El pánico en la cara lo delata. La alfombra excesiva, la grandiosidad del decorado, lo desplazan de lo verosímil y lo colocan a un lado, fuera de tiempo y de lugar.

Con esta foto, tal vez, podremos explicarle a las gentes incrédulas del futuro cómo era el aspecto del pequeño Bush que no despertaba entusiasmos -del Bush que no vio venir la tragedia del 11-S; que desencadenó la matanza indiscriminada de Iraq; que le metió el miedo en el cuerpo a los habitantes de todo un planeta; que confundió la economía con la delincuencia organizada y protegida.


GUERRA TELEFÓNICA


Cuando voy por la calle o en el metro, aunque vaya perdido entre la multitud, no hay pedigüeño, vendedor, entrevistador, predicador o vigilante que no intente pararme y enredarme con súplicas, propuestas, consejos o advertencias, que por una razón o por otra alteran mi ánimo. Es como si yo llevase un imán capaz de atraerlos. O como si tuviera cara de desvalido, enfermo de ingenuidad...

Eso me hace sufrir, porque no sé cómo librarme del tormento. ¿Atacando a los que me molestan? ¿Ignorándolos?

La cosa tiene su cosa. Pues me pasa algo parecido con los inventos inútiles, y, sobre todo, con el delirio de las nuevas tecnologías, que intentan enseñarme nuevas formas de vivir, por narices, antes de que aprenda a vivir la realidad que ya tengo. Pero aquí, algo he avanzado: sencillamente no abro la montaña de sobres que recibo cada día, proponiéndome nuevos ordenadores, nuevas maquinillas de afeitar, nuevos aparatos para no sé qué. Aquí, amigos míos, soy yo quién decide, y no la propaganda que me trata como a un idiota.

Me lo demostré a mí mismo cuando, hace poco, fui a comprar un teléfono móvil. Entré en la tienda, y antes de que dijese lo que quería, la chica rubia ya tenía sobre el mostrador un montón de aparatitos difíciles y caros, que servían para todo, y, entre todo, como por casualidad, para llamar y ser llamado... Cuando le expliqué que yo solamente quería un teléfono que sirviera para telefonear y nada más que para telefonear, a la pobre mujer casi le da un soponcio. Pues debió pensar que estaba hablando con un marciano jubilado. Pero me salí con la mía, y ahora tengo un móvil que habla que da gusto y que no me obliga a sacar fotos ni a enchufar trastos. Una mosca blanca...

Sin embargo, caí en el fuego cruzado de la guerra que mantienen entre sí las empresas que prestan servicios telefónicos propiamente dichos: todas, sin excepción, decidieron pelearse por mi humilde cuenta; y todas, todos los días y a todas horas, empezaron a llamarme para ofrecerme ventajas, cosas, velocidades, amabilidades, precios, garantías, bandas anchas... Como la insistencia no me dejaba ni dormir la siesta, intenté protegerme de la agresión con buenas maneras. Y como no lo conseguí, lo intenté por las malas. Y como tampoco, pues me quedé dándole vueltas al ingenio:

-Riiinnng, riiinnng, riiinnng...
-¿Tiene usted Internet? -me pregunta una voz de barítono argentino, de repente, sin saludo ni preámbulos, en medio de mi somnolencia.
-¿Y usted, tiene? -le pregunto yo, malhumorado, parándolo en seco.
-¿Cómo ha dicho? -vuelve a preguntarme, desconcertado.
-Que si usted tiene Internet. ¿Tiene? -le digo.
-Tengo. Pero yo le pregunté primero... -me dice, desafiante, sin saber qué decirme.
-Sí. Pero gana el que cuelga antes -y le colgué, sin miramientos.

Santo y silencioso remedio. Desde finales de julio no he vuelto a saber ni de telefónicas ni de telefonistas.

lunes, 22 de septiembre de 2008

AVANZAR RETROCEDIENDO

Una prestigiosa Escuela de Negocios, de la que fui alumno en mi juventud, me invita a dar un curso sobre Imagen Corporativa. Y me pide que incluya en el mismo, entre otras cosas, un tema que a primera vista puede parecer imposible: Logotipos Contradictorios (que transmitan ideas opuestas a las que deberían transmitir).

Al principio, el encargo no me gustó. Pero, al empezar a preparar materiales y ejemplos, no tardo en darme cuenta de que pueden ser miles de millones (de euros) lo que algunos se han gastado para decirle a la gente y a los mercados justo lo contrario de lo que creen estar diciendo.

Y aquí, por motivos obvios, sólo voy a dejar constancia de dos casos, que me son familiares por razones de cercanía:

Caja Madrid es una importantísima
institución financiera que gestiona
un volumen de negocio de más de
260.000 millones de euros. Su logotipo
es la silueta de oso que nos persigue
a los españoles por todas partes: un oso
que mira hacia la izquierda, como si
mirara a un pasado que se fue o se perdió,
ignorando que en la cultura occidental
estamos acostumbrados a mirar hacia
el otro lado, cuando queremos mirar
hacia el futuro con esperanza:


Mirar hacia el pasado es obsesivo para
Caja Madrid. Pues en su página web,
cuando nos explica su Actividad, ilustra
la explicación con una descarga de flechas verdes,
que además de ir hacia atrás van hacia abajo:


Pero el ejemplo de los ejemplos podría ser otro.
Se llama GLOBAL la empresa de guaguas
que presta el buen servicio de transporte interurbano
con que cuenta la isla de Gran Canaria.
La O de su logotipo está formada por dos flechas
que circulan hacia atrás, sugiriendo que se trata
de autobuses que retroceden, en vez de avanzar:


viernes, 19 de septiembre de 2008

EVO MORALES

Este hombre, que a mí me asusta y fascina, que parece llegado de otro mundo y de otra época, se llama Juan Evo Morales Ayma. Nació el 26 de octubre de 1959 en un remotísimo lugar llamado Isallavi, cantón Orinoca, Oruro, de Bolivia. Y de los 84 presidentes que ya ha tenido ese atormentado país, él, Evo, es el segundo que ha sido elegido por mayoría absoluta. El primero fue Víctor Paz Estenssoro, en 1960.

Mi papá es Dionisio Morales Huanca, mi mamá María Mamani. Somos una familia de nacionalidad aymara. Somos siete hermanos, de los cuales vivimos sólo tres. Mis otros hermanos perdieron la vida de uno o dos años, éste es el término de vida que tienen las familias o los niños en las comunidades campesinas. Más de la mitad se muere y nosotros, qué suerte, nos salvamos tres de los siete.

Desde chico, me acuerdo, era organizador, era movilizador. En la escuela seccional de Calavilca, cuando estaba en primero, el profesor nos hizo dibujar un burro. Lo dibujé y lo pinté rojo, amarillo y verde. Ése fue el chiste del curso de todo el año: "su burro del Evo es rojo, amarillo y verde". Cuando tenía 13 o 14 años fundé un equipo de fútbol en mi comunidad, se llamaba Fraternidad y participábamos en los campeonatos. Yo era el capitán, el delegado, era el árbitro. Era como dueño del equipo. Tenía que trasquilar ovejas, lana de llama, mi papá me ayudaba, era muy deportista, vendíamos la lana para comprar pelotas, uniformes. A mis 16 años los tres ayllus de la comunidad, los diferentes delegados, me eligieron Director Técnico de la selección de todo el Cantón.

Como sindicalista cocalero, Evo se lo puso difícil al presidente Hugo Banzer: éste le había prometido a los Estados Unidos la total erradicación de los cultivos de coca, con aquello de coca cero, y la federación de campesinos defendió violentamente lo de cocaína cero, que no era lo mismo...

He pasado momentos difíciles en Eterazama (1997), donde desde un helicóptero la DEA (Departamento Antinarcóticos de EE.UU.) ha ametrallado y hubo cinco muertos en minutos. En la sede de Derechos Humanos, en Villa Tunari (2000), intentaron acribillarme pero fracasaron, la bala pasó rozándome.

En 1997, aunque era muy difícil de creer, resulté ser el diputado que más votos obtuvo en Bolivia. ¡Al fin era diputado! Un sueño largamente perseguido pero, al mismo tiempo, un compromiso social y político de mayor responsabilidad.

Orgullosos de nuestra cultura, con nuestra vestimenta y con nuestra coca, por primera vez en nuestra historia, campesinos, indígenas y originarios ingresamos al Parlamento Nacional.

El domingo, 22 de enero de 2006, Evo Morales, el hombre distinto, tomó posesión como Presidente Constitucional de la República boliviana. Para encontrar la Justicia y el Progreso sigue los pasos de Fidel Castro y de Hugo Chávez. Para honrar a Bolívar (...) considera "compañero revolucionario y hermano" al escurridizo Mahmud Ahmadineyad. Todo lo demás está en los periódicos y telediarios del mundo bruto y real.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

GUILHERME DE ALMEIDA

Con él aprendí portugués. Fue él -Morreram jovens para morrer melhor-, sabio y elegante, quien me enseñó a entender y a querer al Brasil. Parece mentira. Pero también fue él, Príncipe dos Poetas Brasileiros, la persona que allá, lejos de mí mismo y de mi tierra de nacimiento, más me ayudó a comprenderme y a saber de dónde soy: soy de unas islas españolas donde se hablaban algunas dulces palabras portuguesas, que marcaron para siempre mi infancia y mi destino... Por eso, a nadie debe extrañar que el poeta Guilherme de Almeida sea el patrono de la Cadeira 41, que tengo el honor de ocupar en la Academia Brasileira de Eventos e Turismo. Por eso, hoy quiero recordarlo con una de sus poesías:

ESTA VIDA

Um sábio me dizia: esta existência,
não vale a angústia de viver. A ciência,
se fôssemos eternos, num transporte
de desespero inventaria a morte.
Uma célula orgânica aparece
no infinito do tempo. E vibra e cresce
e se desdobra e estala num segundo.
Homem, eis o que somos neste mundo.

Assim falou-me o sábio e eu comecei a ver
dentro da própria morte, o encanto de morrer.

Um monge me dizia: ó mocidade,
és relâmpago ao pé da eternidade!
Pensa: o tempo anda sempre e não repousa;
esta vida não vale grande coisa.
Uma mulher que chora, um berço a um canto;
o riso, às vezes, quase sempre, um pranto.
Depois o mundo, a luta que intimida,
quatro círios acesos: eis a vida.

Isto me disse o monge e eu continuei a ver
dentro da própria morte, o encanto de morrer.

Um pobre me dizia: para o pobre,
a vida é o pão e o andrajo vil que o cobre.
Deus, eu não creio nesta fantasia.
Deus me deu fome e sede a cada dia
mas nunca me deu pão, nem me deu água.
Deu-me a vergonha, a infâmia, a mágoa
de andar de porta em porta, esfarrapado.
Deu-me esta vida: um pão envenenado.

Assim falou-me o pobre e eu continuei a ver,
dentro da própria morte, o encanto de morrer.

Uma mulher me disse: vem comigo!
Fecha os olhos e sonha, meu amigo.
Sonha um lar, uma doce companheira
que queiras muito e que também te queira.
No telhado, um penacho de fumaça.
Cortinas muito brancas na vidraça.
Um canário que canta na gaiola.
Que linda a vida lá por dentro rola!

Pela primeira vez eu comecei a ver,
dentro da própria vida, o encanto de viver.

lunes, 15 de septiembre de 2008

ENTRADA LIBRE

Iba yo, ayer, hacia Las Vistillas, para encontrarme con unos amigos en un conocido bar que frecuentamos de viejo cuando estamos todos en Madrid. La tarde, con el cielo alto y limpio de Castilla, con la temperatura indecisa entre el verano y el otoño, invitaba a pasear. Como además era domingo, los alrededores de la plaza de Oriente estaban llenos de vida y de gente: gentes de todas partes, turistas, carteristas, músicos, vendedores de sueños...

Para avanzar por la calle de Bailén hacia la catedral de La Almudena, hacia el puente de la calle de Segovia, tengo que abrirme paso dando codazos. Lo mismo le sucede a un joven distinguido que lleva de la mano a un niño robusto y dicharachero, sin duda su hijo. Unas veces los adelanto y otras veces me adelantan. Mientras tanto me entero de lo que van hablando, porque el ruido que hacen los transeúntes los obligan a conversar en alta voz. El niño quiere saber todo, sobre todo lo que ve. Y el padre le responde con afectuosa sabiduría: una lección magistral, en lenguaje infantil, sobre Historia, Arquitectura, Urbanismo, Paisajismo, Sociología, Política, Religión...

Llegamos a la altura de la puerta de servicio del Palacio Real, que está entreabierta. Lo poco que por ella puede verse fascina al niño preguntón. Pero no hay forma de entrar. La entrada está impedida por un letrero azul y una cadena de escasa consistencia.

-¿Y por qué no se puede entrar? -pregunta el niño, desconsolado.
-Porque no es hora de visitas -le responde el padre.
-¿Y el rey? ¿El rey podría entrar, ahora mismo?
-El rey siempre puede. Es el rey...
-¿Y la familia del rey?
-También. También puede -le dice el padre, después de pensarlo un poco.
-Entonces, para Leonor no habría problemas, ¿verdad?
-Ninguno. La infanta podría ser reina de España algún día. Podría vivir aquí, en ése caso, si quisiera.
-¿Y si yo me casara con ella, qué pasaría? ¿Me dejarían entrar?

Ahí, el padre amable no supo qué contestar. Fingió no haber oído la pregunta, y, desconcertado, arrastró al niño hasta perderse con él entre la multitud.

viernes, 12 de septiembre de 2008

EL HOTEL MÁS ANTIGUO

Decía Camilo José Cela, con un poco de exageración y de malicia, que en España hay dos ciudades: Santiago y Salamanca. "Lo demás son campamentos".

Yo no estoy seguro de que eso sea así. Pero sí me atrevo a decir que la Plaza del Obradoiro está entre las cuatro o cinco plazas más bonitas (más impresionantes) del mundo. Y tal vez sea por eso que, cuando puedo, voy a pasar las Navidades en Santiago de Compostela. ¡Del 20 o 22 de diciembre al 7 u 8 de enero, en la Plaza del Obradoiro, en el hotel más antiguo del mundo! ¿No es una buena idea?

Se calculaba que ya podrían ser 500.000 los peregrinos que cada año llegaban a Santiago: "Gentes de diversas naciones y extrañas lenguas". El Camino de la Perdonanza era un río de pecadores y penitentes. Los nobles y monarcas europeos mandaban caros regalos al Apóstol y a la Catedral, como el de "las dos mayores campanas que se pudieran hacer y que no las hubiera mayores". Fue entonces, en 1488, sin ultimar todavía la conquista de Granada, sin esperar por el descubrimiento de América, cuando los Reyes Católicos decidieron hacer la regia peregrinación que les permitió conocer de cerca la realidad compostelana: multitudes durmiendo en la calle; un Hospital viejo que no atendía las necesidades de los peregrinos... Era urgente y necesario construir un nuevo hospital "capaz de dar cumplido y decoroso servicio a todos los devotos, enfermos y sanos (...), que a la ciudad llegaren".

El dinero salió de las "rentas de guerras" obtenidas con la toma de Granada. El administrador fue Hernando de la Vega. Y el arquitecto, Enrique Egas. Pero los reyes no se desentienden del proyecto (adivinen por qué) y opinan y deciden sobre casi todo: que los muros sean "bien cimentados y muy recios", que "se pongan las armas reales en alabanza y gloria de Dios, de la Virgen y del Apóstol", "que haya agua en fuentes y patios", "que se hagan muchas chimeneas".

Durante diez años, un ejército de artistas y artesanos hicieron patios, fuentes, gárgolas, artesonados, verjas, altares, vidrieras... Y los primeros enfermos y peregrinos entran en el Real Hospital en 1509, para ser atendidos como Dios manda "en más de media docena de idiomas de los de Europa". Hay una tabla de yeso en que se escribe lo que el médico ordena que se debe comer. Todos los ministros y dependientes seculares tienen la obligación de rezar cinco veces al día el Pater Noster. La ropa de cama -un lujo- se muda cada ocho días en verano y cada quince en invierno. Cuando la ciencia no alcanza a remediar tanto enfermo y tanta enfermedad, se recurre a la gracia del Apóstol, que es infinita...

Después, poco a poco, durante siglos, fueron apareciendo las penurias y los malos tiempos. Tuvo que llegar 1958 para que el Instituto Nacional de Industria convirtiera en magnífico Hostal -Hostal de los Reyes Católicos- lo que siempre había sido Hospital y Hostería. Ahora, "el hotel más antiguo del mundo" quita el hipo con su doble carga de arte y de historia, y con su localización maravillosa, aunque no sea, por culpa y desgracia del turismo de masas, el hotel más refinado del planeta.

lunes, 8 de septiembre de 2008

LA ETERNIDAD DECADENTE

Se trata de un único lugar, pero partido en dos municipios por la calle de Benito Pérez Galdós: el de abajo, con la estación del tren, se llama El Escorial, y el de arriba, con el Monasterio, se llama San Lorenzo de El Escorial. Una confusión administrativa que se complica todavía más con la injerencia del Patrimonio Nacional, que, con bienes y tesoros ocupando buena parte de ambos territorios, actúa con el respaldo de una potente legislación específica que supera con frecuencia las competencias locales. Patrimonio pretende preservar y los ayuntamientos persiguen el "progreso". El primero se protege con un batallón de guardias de seguridad y con la alectrónica más avanzada (para acceder al pasado hay que someterse a los controles del futuro...), y los segundos organizan verbenas y mercadillos de espanto. No en vano, lo trascendente (el Real Sitio) ya estuvo separado de las miserias cotidianas por una cerca (La Cerca de Felipe II) que tenía una longitud aproximada de 55 kilómetros.

Allí, en lo que para mí es un único lugar, no fui feliz. Allí, por poco, no acabé viviendo en la bonita casa de Pitita Ridruejo, que mira de frente a la delicada belleza de otra casa: la Casita del Infante. Pero mi alma no estaba entonces para extravagancias, y allí no pude acercarme a la felicidad, porque eran tiempos en que ella se iba cuando yo llegaba. Y sin embargo, nada me acerca tanto a mí mismo como volver a caminar por las empinadas calles escurialenses -como volver a sentir, de cerca, buenos y malos, los sueños de piedra y poder donde el sol no se ponía.

No me refiero, claro está, ni a la sangre derramada en el pasado, ni a las injusticias habidas. No me refiero a las vulgaridades del presente, que tanto me horrorizan, tanto en lo político, como en lo urbanístico, como en lo turístico. Me inquietan -quede claro- los franquistas viejos que por allí siguen viviendo, escondidos en las mansiones que poseen entre la vegetación del monte Abantos. Además, la belleza natural, el clima ideal, la comida sana y abundante, no llegan a emocionarme.

Lo que me emociona y purifica es otra cosa. Es una idea, una simple idea, y las consecuencias de esa idea, hasta hoy:

En 1558, un año después de la batalla de San Quintín, Felipe II, el rey discutido y discutible, designó una comisión de especialistas, médicos, arquitectos, canteros, para buscar el mejor emplazamiento de algo todavía poco definido, pero que tenía que ver -para empezar- con la voluntad de establecer el centro del mundo efectivo. Y esa comisión le recomendó al monarca el apartado lugar donde hoy se encuentra el Real Sitio, porque el paraje disponía de caza y leña abundantes, aguas de buena calidad, y canteras en las proximidades... Por eso, entre otras cosas, fue allí donde se construyó después el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

¿Monasterio? ¿Qué fue lo que hizo en El Escorial, de verdad, y por qué, y para qué, Felipe II? Para responder a esta pregunta ya se han escrito centenares de libros, por sabios de todas las épocas y de todas las partes del mundo. Y yo, pobre de mí, no los voy a discutir, ni sabría discutirlos.

Lo que yo quiero decir, aquí, de puño y letra, es lo que veo y siento cuando entro en la Basílica y lo primero que encuentro es un techo circular, plano, bajo, hecho de piedras talladas, perfectas, ensambladas, sin nada que las pegue o las mantenga, que pesan toneladas, y que, como si fueran un simple decorado, o una simple tela, no se me caen encima.

A partir de ahí, yo, sencillamente, me niego a creer que lo que llaman monasterio sea un simple monasterio. Es, al mismo tiempo y en el mismo lugar, además de basílica, panteón, convento, colegio, biblioteca, museo, palacio... Oro, incienso y mirra al por mayor...

Lo que Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera, Juan de Mijares, Gian Battista Castello El Bergamasco, Francisco de Mora y muchos otros hicieron para satisfacer la voluntad de Felipe II, es cuadrado, recto, desnudo, para ser disciplinado; es obsesivamente perfecto, para ser sublime; es sólido, grueso, resistente, para ser eterno...

Sí. O mucho me equivoco, o el por qué y el para qué de Felipe II estaban guiados por el deseo de eternidad. Sintiéndose por encima del Bien y del Mal, el rey dueño del mundo ya no debía de tener, entonces, los deseos de venganzas terrenales, o las ambiciones mundanas, que cuentan y escriben por ahí. Quería, pura y simplemente, adueñarse de la Eternidad, almacenando lo que creía eterno en un formidable recinto de piedra, con una superficie de 33.327 m2, y de abrumadora y cuadriculada sencillez. Pero se equivocó. Nada es eterno. Y ahora, en la ladera meridional del monte Abantos, a 1.028 metros de altitud, hasta las paredes que parecían cosa de Dios están siendo remendadas...

sábado, 6 de septiembre de 2008

UN HOMBRE SORPRENDENTE

Este hombre, Celestino Corbacho Chaves, "profesional del comercio" y ahora ministro de Trabajo e Inmigración, nació en Valverde de Leganés, Badajoz, el 14 de noviembre de 1949. Pero vive en Cataluña. Es, por tanto, un emigrante extremeño y un inmigrante catalán. Y lo es desde muy joven.

Emigró, como tantos españoles, cuando en toda España se vivía mal. Había paro en todas partes. También en Cataluña. Pero eso no impidió que los suyos, y él mismo, encontraran empleo en Cataluña. Nadie los echó. Nadie les dijo que allí no podían trabajar mientras hubiese un catalán en paro...

Pudiendo vivir y trabajar en Cataluña sin ser catalán, este hombre sorprendente llegó a ser alcalde de Hospitalet de Llobregat y presidente de la Diputación Provincial de Barcelona. Con esa experiencia, y con su ambición probada, nadie mejor que él para ocupar el cargo que ahora ocupa.

Pero de repente, el otro día, a este ministro de cabeza excesiva y maneras gruesas se le ocurrió decir que se acabó lo que se daba: que a partir de 2009 la cifra de contratados en el Exterior "se aproximará al punto cero", porque "no parece razonable recurrir a la contratación en origen si tenemos dos millones y medio de parados".

El escándalo fue grande. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, que es lista y valenciana, tuvo que contradecir al ministro: "No hay nada nuevo en inmigración", "No hay ninguna iniciativa distinta: inmigración legal y ordenada en función de las necesidades del mercado laboral. El mercado laboral es lo único que cambia, pero no la política". Lógico.

Tan lógico, que don Celestino fue obligado a confesarse en una potente emisora de radio: "Supongo que alguna cosa tuve que decir mal".

¿Puede seguir siendo ministro de Trabajo e Inmigración este inmigrante que no tiene clara la esencia de su propia vida?

viernes, 5 de septiembre de 2008

LA ESPAÑA DEL DESAMOR

Eduardo Hertfelder, presidente del Instituto de Política Familiar (que no es, aunque lo parezca, una institución pública), está asustado con el problema de la "ruptura familiar" en el conjunto de España: de cada cuatro matrimonios aquí celebrados, tres se rompen; España y Bélgica, qué casualidad, son los países de la Unión Europea donde la gente más se descasa; en algunas Comunidades Autónomas, como Canarias, Cataluña, Baleares, Madrid y Asturias, la cosa es "grave". En Canarias, sin ir más lejos, por cada cuatro matrimonios nuevos se rompen cinco. El colmo.

En Madrid capital, el número de matrimonios y de divorcios ya está igualado. Y en la Comunidad, en 2007, fueron 23.364 los matrimonios y 19.352 las rupturas. Lo que significa, no lo olviden, que en los dominios de Esperancita Aguirre estalla un hasta luego cada 27 minutos.

Los últimos números del Instituto Nacional de Estadística (que sí son oficiales) son de 2006 y suman 145.919 matrimonios disueltos: 126.952 divorcios, 18.793 separaciones, 174 nulidades.

¿Desamor, he dicho? Tal vez no. Pues si los que se divorcian o separan vuelven a reincidir en proporción seguramente alta, aunque la estadística los desprecie, lo que hay de verdad es una insospechada multiplicación de la capacidad de amar y de ser amados.


miércoles, 3 de septiembre de 2008

AZNAR NO ES EL PADRE

Resulta que Rachida Dati, ministra de Justicia de Francia, guapa y soltera, está preñada. Y ella -la pueden ver en la foto- se encuentra perfectamente. Como la barriga que crece la hace feliz, no la oculta. Sólo oculta, porque sí, el nombre del padre de la criatura...

Pero ha insinuado un periódico digital marroquí, con muchísima imaginación, y necesitado de promoverse, que el padre del hijo de Rachida Dati podría ser, sí, José María Aznar, el hombre de la melena inexplicable que todos conocemos bien en España.

En mala hora. El ex presidente del Gobierno ha reaccionado como si el rumor tuviese algún fundamento, para bien o para mal. Y desde la Fundación FAES, que preside, ha soltado un comunicado de prensa que se parece mucho a los que sueltan todos los días los famositos de las tertulias del corazón: "Mentira", "Total y completa falsedad".

Así son las cosas: con tal de salir en la foto, unos pagan para que se mienta, y otros pagan para que se desmienta. Pero todos pagan...

PORTUGAL

Lisboa se divierte.

Coimbra canta.

Braga reza.

O Porto (así escrito) trabaja.