jueves, 16 de febrero de 2012

MONARCAS EMIGRANTES





Igual que yo, y que millones de españoles y de griegos, el rey Juan Carlos y la reina Sofía, cada uno por su lado, ya fueron emigrantes. Y tal vez vuelvan a serlo, en compañía del príncipe Felipe, heredero de la Corona, haciendo realidad la predicción de los mayas. Estos tiempos que corren, tan convulsos, no son buenos ni para las familias emparentadas con los dioses. Primero emigran los yernos, y después, siguiendo sus pasos, se marchan los suegros y los cuñados. Así había sido siempre, y así es ahora, según parece y se demuestra.



 

viernes, 23 de diciembre de 2011

SERVICIOS DE CALIDAD



Jurandir, el mulato simpático que sabe hacer todo lo que pueda hacerse con las manos, y que por eso mismo no es un especialista en nada, me había prometido en la primera semana de septiembre que, sin falta, jurado por Dios, todos los problemas hidráulicos y de pintura del olvidado cuarto de baño de la biblioteca, allá en la casa de Villa Belezas, estarían resueltos antes de que acabara aquel extraño mes. Pero se acabó septiembre, y nada. Y se acabó octubre, y tampoco. El pobre Jurandir, atormentado por su excesiva carga de compromisos, sólo volvió a aparecer ante mis ojos a finales de noviembre. Me pidió mil perdones y me ofreció mil explicaciones; me ilustró sobre lo difícil que es mantener la calidad de los servicios hoy en día; me dijo que no se había olvidado del dinero recibido por adelantado; y quedamos, ahora sí, de verdad, en que no habría más atrasos. La cosa estaría como debería de estar, antes de que comenzaran las vacaciones de verano, a mediados de diciembre. Dicho y hecho. No habían pasado ni cuarenta y ocho horas, cuando Jurandir se presentó en la casa de Villa Belezas, dispuesto a trabajar como un chino. Pero sin herramientas. Se las había olvidado en el garaje de la última clienta rica para la que había hecho unos trabajitos delicados. Todo quedó para la semana siguiente. Y Jurandir volvió, sí, con las herramientas y con las latas de pintura. Pero, oh casualidad, precisamente ese día, que era el día decisivo, el del sí o el del no, el perro de presa que guarda la casa amaneció enfermo, vomitando una espuma blanca y amarilla. Y Jurandir tuvo la delicadeza de llevarlo al veterinario, por su cuenta, dejando la fontanería y la pintura para mejor ocasión... Y la ocasión era hoy, viernes, 23 de diciembre, cuando São Paulo aparece más calmada que nunca, al haber sido abandonada por cinco o seis millones de vecinos que se han marchado y se marchan en busca de la felicidad navideña y de la prometida abundancia del 2012, que ya está cayendo como un terremoto enloquecido... Hasta que, hace poco más de una hora, sonó mi teléfono... Era la voz femenina de la mujer de Jurandir, que según me han dicho es una mulata de una belleza sin par. Ni saludó, ni dijo nada que pudiera decirse, sino que fue derecha al grano, gritándome: "Sepa, seu professor espanhol, que meu marido não é um escravo; que a escravidão já não existe no Brasil; que ele não vai trabalhar hoje, não, nem para o senhor nem para ninguém, porque também para nós, gente do povo, hoje é o día de irmos embora para o litoral, a tomar banhos de mar e a descansar bastante, até janeiro!".

miércoles, 14 de diciembre de 2011

NAVIDAD, OTRA VEZ




Saben los que me conocen, y saben por qué, lo poco que me gusta la Navidad. Nunca me gustó. De niño, en Lanzarote, con la llegada de esta época del año me ponía tan triste, que, de tanta tristeza, perdía la salud el Día de Finados y sólo la recuperaba después de Reyes. Y, cuando la vejez me dio libertad y autonomía, me acostumbré a pasar el mes de diciembre (casi siempre) en lugares remotos ajenos al fanatismo cristiano y al derroche consumista. Pero no es el caso de ahora mismo, cuando acaba el inquietante 2011. Esta vez, por muchas razones, me quedaré en la querida ciudad donde vivo, en mi casa, en el estudio donde escribo y pinto, y en el trabajo que me da de comer. Y, parado en mi propio epicentro, no puedo evitar que desde el banco a la panadería me lleguen toda clase de grandes deseos de felicidad y fortuna... Tal vez no se lo crean, pero esa lluvia de mensajes hipócritas me ha hecho pensar en lo que podrían pensar los que de verdad me quieren, si, solamente yo, no les mando una tarjetita, un regalito, o una estampita... Y entonces decidí (estoy decidiendo) mandarles la reproducción de los últimos cuadros que he compuesto, que no dejan de ser recuerdos sinceros, sin llegar a ser compromisos de fe ciega o de falsa esperanza... De ese modo, quién sabe, podré quedar mejor con los lectores fieles que me acompañan a diario, desde Pelotas o Acapulco, o desde Madrid, como Josefina, que no me ha olvidado desde los tiempos en que los dos creíamos ser jóvenes y guapos...

viernes, 12 de agosto de 2011

TURISMO BRASILEÑO


Todo lo que podía y debía ser el Turismo Brasileño fue dicho con claridad, precisión y visión de futuro en el Primer Congreso Nacional de Turismo que se celebró en Campos do Jordão en 1953. Una década después, en 1963, y creyendo en lo dicho y escrito en aquel congreso, yo instalé en el Conjunto Nacional, en São Paulo, el primer consulting que en Brasil se dedicaría a predicar en el desierto: "Acredite - este país vai ser uma potência turística". Mi fe en lo que hacía y decía era tanta, que no conseguí decepcionarme mientras organizaba la Secretaría Municipal de Turismo para personajes como el prefecto Maluf y el secretario Amedeu Papa; ni cuando Blota Junior me confesaba que no sabía lo que tenía que hacer como secretario de Turismo de Adhemar de Barros; ni cuando Orlando Zancaner, después de Blota, me encargaba discursos que sólo hablaran de fútbol; ni cuando Pedro Padilha, el más guapo de todos los secretarios habidos y por haber, aprovechaba el cargo para rodearse de mujeres bonitas y fáciles... Sin ver lo que era evidente, en 1971 implanté para la Organização Bandeirante de Tecnología e Cultura, en el Morumbi, la primera Facultad de Turismo del mundo... Entonces, la enseñanza turística creció como la espuma. El Brasil es, hoy, en 2011, el país donde más se enseña y más se aprende turismo... y donde hay más entidades oficiales y oficiosas, con fundamento y sin él, dedicadas al turismo... Sin embargo, algo debe de estar (o estuvo siempre) equivocado: el país enorme, bonito y diverso sigue recibiendo menos turistas extranjeros que la ciudad española de Madrid; el sector hotelero, casi por completo, fue engullido por la globalizada hotelería internacional; los que estudian turismo casi nunca llegan a ser empresarios; las agencias que se dicen de turismo siguen siendo agencias de viaje; el equipo director del Ministerio de Turismo, al completo, está ahora mismo en la cárcel, por corrupción; el ministro del ramo es un ancianito de corbata mal puesta, cuya experiencia turística más notable se deriva de su debilidad por los moteles baratos... Estoy inquieto, algo sorprendido con la realidad, y no debía de estarlo. Pues nadie conoce todo esto como yo lo conozco, desde hace más de medio siglo. Los eventos de 2014 y 2016 me quitan el sueño, y no sé bien por qué...

sábado, 6 de agosto de 2011

URUGUAYOS


 


En este momento, a los uruguayos les va mejor en el fútbol que en la política o en la economía. Andan como si andaran sin rumbo en su propio país -como si no alcanzaran a ver las puertas del futuro. O se muestran apáticos, indiferentes, como mirando para otro lado, o sueñan sueños imposibles contaminados de europeismo, o, sin levantar mucho la voz, hablan de lo que hablan los argentinos o de lo que hacen los brasileños. Y no ven (o eso me parece a mí) que los males del Uruguay sólo pueden remediarse con soluciones uruguayas. Los males del turismo, por ejemplo, no tendrán remedio com más inversión extranjera y sí con más eventos propios, de enero a enero. La artesanía (que podría ser importantísima) no podrá desarrollarse más y mejor con más etnografía barata, y sí con más creatividad verdadera y com más modernidad. Cuesta creer, sin ir más lejos, que el Uruguay no sea el país donde más y mejor se trabaje el cuero. Del mismo modo que llega a entristecer que alli no se ofrezca (aprovechando el formidable patrimonio que ya existe) el mejor turismo rural del mundo...

lunes, 18 de julio de 2011

URUGUAY

  

Borges (que era argentino) dijo lo que dijo para decir lo que sentía por la ciudad de Buenos Aires: "No nos une el amor sino el espanto; será por eso que la quiero tanto". Y yo (que soy canario de Lanzarote) podría decir algo parecido para decir lo que siento por Montevideo. Porque resulta que he vuelto al Uruguay y a su capital, después de muchos años, arrastrado por los impulsos del corazón y de la memoria. Llegué por el aeropuerto de Carrasco, que es un aeropuerto que no es grande, pero sí bonito, moderno, limpísimo y funcional. Desde el aire, el país se sigue pareciendo a lo que siempre había sido, pequeño y plano, bañado por agua dulce y salada por el oeste, por el sur y por el este, como si fuese un pedazo de un Brasil inacabado o mal diseñado. En los campos llanos y verdes hay muchas vacas gordas. En Montevideo hay mucha gente culta, educada, mal vestida y bien alimentada. En la ciudad descuidada, como si no tuviera dueños, la cultura ocupa todos los rincones. El Teatro Solís, por ejemplo, es el mejor ejemplo de lo que acabo de decir. Allí, en la sala Zavala Muniz, puedo disfrutar de Clandestina, el divertido alegato de Marianella Morena sobre el poderoso poder de la carne alquilada, en las camas escondidas en el silencio de la historia oficial, de izquierdas y de derechas. En la maravillosa sala principal asisto al primer concierto (al primer milagro hecho de tangos) de la formidable Orquesta Típica del Río de la Plata. Uruguay es así: tiene más muesos que iglesias; más banderas que crucifijos; más escuelas que amburgueserías; más monumentos que supermercados. Los taxis andan por andar, viejos, sucios y descompuestos. Todos los coches circulan a mil, con las luces encendidas, a cualquier hora del día y de la noche. La vida es pequeña pero los sueños son enormes. El presidente de este país tan próximo de Argentina es un hombre bajito, que no usa corbata, que ya fue guerrillero, y que se gana el sustento cultivando flores. Para soñar sus sueños imposibles, los uruguayos han tenido que exagerar el uso del idioma español. Y emplean palabras rotundas, dramatizadas, para agrandar cualquier mérito. Junto a la puerta de la catedral puede leerse lo siguiente, fundido en bronce:

Sus nombres están escritos
en el libro de la vida:
 LARRAÑAGA
MONTERROSO
 PÉREZ CASTELLANO
LAMAS
ENRIQUEZ PEÑA
LARROBLA ORTÍZ
FERNÁNDEZ GADEA
FIGUEREDO COMENSORO
-
Al Clero de la Independencia.
A los que
entre los héroes fundadores
nos recuerdan
el orígen divino de la Patria.
Obra y herencia de Dios
uno y trino.
Creador omnipotente.
El solo santo el solo dueño.
El solo altísimo.
A quien en ella y por ella
en el Centenario de la Constitución
confesamos y adoramos
levantando los corazones
y bendecimos
y damos gracias.
1830 - 1930

lunes, 4 de julio de 2011

LO QUE CONVIENE


Conviene saber
que la vida es mucho más que haber nacido
y mucho menos que el simple hecho de morir.