viernes, 27 de febrero de 2009

LOS MUERTOS

Los muertos eran muertos, existían, pero los escondían
como si dieran vergüenza.

¿Cómo es posible que los que han muerto no hayan sido héroes,
sino frías estadísticas sepultadas con ocultación?

lunes, 23 de febrero de 2009

23-F


"un trozo de planeta
por donde cruza errante la sombra de Caín"


domingo, 22 de febrero de 2009

ANTONIO MACHADO

Sevilla, 26.julio.1875 - Collioure, 22.febrero.1939



POR TIERRAS DE ESPAÑA

El hombre de estos campos que incendia los pinares
y su despojo aguarda como botín de guerra,
antaño hubo raído los negros encinares,
talado los robustos robledos de la sierra.
Hoy ve a sus pobres hijos huyendo de sus lares;
la tempestad llevarse los limos de la tierra
por los sagrados ríos hacia los anchos mares;
y en páramos malditos trabaja, sufre y yerra.
Es hijo de una estirpe de rudos caminantes,
pastores que conducen sus hordas de merinos
a Extremadura fértil, rebaños trashumantes
que mancha el polvo y dora el sol de los caminos.
Pequeño, ágil, sufrido, los ojos de hombre astuto,
hundidos, recelosos, movibles; y trazadas
cual arco de ballesta, en el semblante enjuto
de pómulos salientes, las cejas muy pobladas.
Abunda el hombre malo del campo y de la aldea,
capaz de insanos vicios y crímenes bestiales,
que bajo el pardo sayo esconde un alma fea,
esclava de los siete pecados capitales.
Los ojos siempre turbios de envidia o de tristeza,
guarda su presa y llora la que el vecino alcanza;
ni para su infortunio ni goza su riqueza;
le hieren y acongojan fortuna y malandanza.
El numen de estos campos es sanguinario y fiero:
al declinar la tarde, sobre el remoto alcor,
veréis agigantarse la forma de un arquero,
la forma de un inmenso centauro flechador.
Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta
-no fue por estos campos el bíblico jardín-:
son tierras para el águila, un trozo de planeta
por donde cruza errante la sombra de Caín.

sábado, 21 de febrero de 2009

PENÉLOPE CRUZ

No quiero decir que me parezca un ser artificial. Digo -y no es exactamente lo mismo- que me parece un ser irreal: que no existe; que no es de verdad; que se ve, pero que no tiene peso ni ocupa espacio...

Confieso que hasta le tengo una cierta simpatía. Pero no estoy seguro de que sea ella la que habla, cuando habla. ¿Penélope piensa? ¿Siente, lo que parece que siente? ¿A qué se debe su éxito: a su fragilidad aparente; a su voz chillona? ¿Por qué despierta pasiones si, como mujer, no es antigua ni moderna, ni fea ni guapa?

En las películas, a Penélope siempre la veo fuera de contexto. Siempre sobresale, se diferencia, porque es diferente: porque nunca pertenece al grupo de humanos que comparten con ella el reparto, ni a la época del argumento en cuestión. No digo que sea como un elefante en una cacharrería, pero sí como una muñeca prestada que juega a tener vida propia.

Por todo eso no consigo entender cómo esta chica se mueve con tanta facilidad por los escenarios del mundo. ¿Quién le compra los billetes de avión? ¿Quién la lleva y la trae? ¿Cómo se las arregla con los hoteles, los vestidos, las aduanas, las maletas, los horarios, los peluqueros? ¿De dónde saca el tiempo, la voluntad y la fuerza, además del talento?

Alguna vez he intentado imaginarme a Penélope Cruz ante el dilema de prepararse el desayuno, o de decidir por ella misma entre carne o pescado, a la hora de almorzar. Y mi imaginación se bloquea reiteradamente, porque le resulta imposible aceptar que la artista famosa sepa dónde está la nevera, o que coma, digiera y defeque como los mortales que engordan y envejecen.

lunes, 16 de febrero de 2009

GUADALAJARA

A la Guadalajara española, que se quedó medio parada en su antigüedad, tal vez por la proximidad demoledora de Madrid, suelo ir con alguna frecuencia. Voy a comer. A comer bien en uno de mis restaurantes preferidos, que allí se encuentra perdido en una calle sin gracia. Doy pequeños paseos a pie -la iglesia de San Ginés y el Palacio del Infantado, por ejemplo, ya me los sé de memoria-, y regreso en paz, sin la sensación de haber dejado alguna cosa en el camino.

Curioso: voy, vengo, y es como si no fuera ni viniera. Y lo mismo le sucede a este blog, que habla más bien poco de la Guadalajara de Castilla-La Mancha, y que no es leído por ella, o es leído en contadas ocasiones. Mantenemos una distancia que podría ser amor, pero que no pasa de las buenas maneras...

Por el contrario, en la Guadalajara mexicana jamás he estado, y sin embargo pienso mucho en ella, y de ella hablo siempre que puedo como si la conociera o fuera mía. ¿No es extraño?

Tan extraño es, que he llegado a comprobar que en la capital de Jalisco hay gente que también piensa en mí, y que lee mucho este blog. ¿Por qué lo leerán? ¿Qué puede haber en mis mal trazadas líneas, a veces sin pies ni cabeza, que pueda interesar a unos mexicanos atentos que nunca me han visto? ¿En el ciberespacio hay, por casualidad, esquinas invisibles donde los mortales coincidimos, o tropezamos, sin ser y sin estar?

LA ESPAÑA QUE DUELE

Podría ser una fotografía sin nombres.
Bastaría con ver la elegancia vulgar.
Pero hay que decir que él es el señor Correa.
Y ella, doña María del Carmen, la esposa.
Pisaron con descaro las piedras sagradas de El Escorial.
Frecuentaron los desagües del poder.
Se rieron de la Ley y de la gente de bien.
Y todavía hay miserables que los defienden.
No niegan los defensores que la pareja tenga culpas. Natural.
Pero, al fin y al cabo, ¿quién no ha pecado?
Por eso habría que acallar a la Justicia.
¡Que se dedique -la Justicia- a perseguir
a los que roban gallinas; a los que venden pañuelos
en la calle; a los inmigrantes sin papeles!
¡Qué se han creído!

viernes, 13 de febrero de 2009

¿CRISIS? ¿QUÉ CRISIS?

Además de malvada, la crisis que nos atosiga es paradójica: los que no la vieron venir, ni saben de dónde vino, son los que ahora andan diciendo que la van a arreglar; a los bancos que tuvieron culpa, porque prestaron más de la cuenta, ahora les piden que presten más y más; a los que perdieron la cabeza consumiendo lo que no necesitaban, ahora les recomiendan que no dejen de echar la casa por la ventana. En el sector del ladrillo la cosa es de risa: hincharon la burbuja hasta que la burbuja estalló; dejaron el mundo cubierto de casas vacías, por el exceso de oferta; inmovilizaron el ahorro en bienes improductivos; y ahora vienen los que dicen que saben, y dicen sin rubor que hay que seguir construyendo. Y nadie se planta y pregunta lo que habría que preguntar: ¿Con la repetición de las causas que causaron la crisis no se repite, agranda y agrava la crisis?

Aunque -pensándolo bien- la pregunta también podría ser otra: ¿Estalló el Sistema Financiero, o estalló la Democracia? ¿Se puede seguir manteniendo la simple "razón cuantitativa" -el manda más quien tiene más votos, o más influencia, y no más méritos? Si los mejores son, y seguirán siendo, una clamorosa minoría, pero quien decide es la mayoría distraída, llegar a la excelencia no es cosa fácil. La mediocridad será cada vez más mediocre y más perversa: un círculo vicioso difícil de parar, y que yo, sinceramente, no sé cómo se para. Si supiera...

lunes, 9 de febrero de 2009

MINISTRO MANGABEIRA

Soledad Gallego Díaz y Juan Arias han entrevistado para El País al ministro de Asuntos Estratégicos de Brasil, Roberto Mangabeira Unger: un sabio, catedrático de Harvard desde que tenía 29 años de edad, ex profesor del presidente Obama, autor de España y su futuro, donde dice que esta tierra peninsular "es hoy un país sin proyecto, incapaz de aprovechar su potencial".

La entrevista no tiene desperdicio. Pero lo más interesante podría ser lo siguiente:

"Básicamente hay tres izquierdas en el mundo. Hay una vendida, que acepta el mercado y la globalización en sus formas actuales y que quiere simplemente humanizarlas por medio de políticas sociales. Para esa izquierda, solo se trata de humanizar lo inevitable. Su programa es el programa de sus adversarios, con un descuento social y una renta moral narcisista. Hay otra izquierda, recalcitrante, que quiere desacelerar el progreso de los mercados y la globalización, en defensa de su base histórica tradicional (los trabajadores sindicados de grandes empresas industriales). Y hay una tercera izquierda, la que me interesa, que quiere reconstruir el mercado y reorientar la globalización con un conjunto de innovaciones institucionales".

"Rousseau dice en algún lugar: ellos no consiguieron ser hombres; entonces, decidieron ser ricos. Nosotros, la izquierda, no queremos eso, queremos que sean hombres".

"Hoy hay una gran pobreza de ideas sobre las alternativas en el mundo. Los líderes de las veinte economías más importantes se reúnen en Washington y no tienen nada que decir. La verdad es que los poderosos aborrecen a las ideas; cuando ellos llegan, las ideas se van".

"El atributo más destacable de Brasil es su vitalidad. Hierve de vida que viene de abajo y esa vitalidad tiene una expresión social muy importante. Nosotro necesitamos desesperadamente la política".

"Al proyecto de unión sudamericana le falta un corazón, un cerebro. Es todo esqueleto, estructura, no tiene espíritu".

"Yo digo siempre que Brasil es el país del mundo más parecido a EEUU, aunque esa semejanza no se reconoce, ni en EEUU ni en Brasil. Son dos países con tamaños prácticamente idénticos, fundados con las mismas bases, población europea y esclavitud africana, multiétnicos. Los más desiguales de su tipo. EEUU, el más desigual de los países ricos; Brasil, el más desigual de los grandes países en desarrollo".

"Barack Obama es un hombre muy inteligente, muy abierto, pero al mismo tiempo muy cauteloso".

"Lo más importante en estos momentos en Estados Unidos es la actitud de sus jóvenes. Más de 10 millones de voluntarios trabajaron gratuitamente en la campaña de Obama: son un síntoma de ese momento increíble. Ese idealismo necesita un rumbo, necesita de imaginación".

sábado, 7 de febrero de 2009

EL TEIDE

El 24 de agosto de 1492, por la noche, Cristóbal Colón escribió en su blog: "El Almirante resolvió a 23 de agosto volver con sus dos barcos a Gran Canaria. Zarpó al día siguiente y pasó aquella noche cerca de Tenerife, de cuya cumbre, que es altísima, se veían salir grandísimas llamaradas de lo que maravillándose su gente les dio a entender el fundamento y la causa de tal fuego, aduciendo al respecto el ejemplo del monte Etna en Sicilia, y de otros muchos montes, donde se veía lo mismo".

No sabía el Descubridor, con precisión, que aquel coloso de 3.718 metros sobre el nivel del mar era la piedra en el camino del ser o no ser: el volcán sagrado llamado Echeyde, que significaba infierno. Ni podía imaginar, entonces, que aquellas llamaradas se debían a la erupción de una dolorosa identidad que buscaba a toda costa el porvenir.

El vómito de horrores, espantoso y persistente, no pudo destruir la sensación de pertenencia. Al contrario, la fortaleció. Pero impidió durante siglos que los más enamorados del gigante pudieran quererlo de cerca. La incandescencia de lo cotidiano los mantuvo a raya, allá lejos, detrás del horizonte marino, paralizados, sin permitirles vivir la propia vida.

Hasta que, con el frío de la vejez, la montaña deseada se cubrió con un manto de nieve, para que los amantes regresaran sin miedo a quemarse en el sueño tardío de la esperanza temblorosa.

miércoles, 4 de febrero de 2009

SERVICIO DE ESPIONAJE

Frecuento, por razones que ahora no importan, los tres o cuatro hoteles de lujo que están más cerca del Congreso de los Diputados. En ellos, a veces, tengo que esperar más de la cuenta por personas que saben que no nací para esperar, y que me hacen esperar para "doblegar" mi carácter un poco fuerte. A veces, con esas mismas personas, o con otras, mantengo largas conversaciones en esos mismos hoteles. Y siempre, esperando o conversando -no me había dado cuenta hasta hoy mismo- paso los minutos y las horas en sillones colocados de forma estratégica de cara a los ascensores, a modo de punto de encuentro, o, nunca mejor dicho, de sala de espera.

Quien inventó esa costumbre de los hoteles, de colocar a los que esperan u observan frente a los ascensores, debía de ser, seguro, un espía experimentado. Pues, con un mínimo esfuerzo, la mayor discreción y una pizca de paciencia, se puede saber casi todo lo que hacen y dejan de hacer los que suben y bajan: equipajes disparatados, señoritas rubias y repintadas, horarios indecentes, borracheras a media tarde, palabras gruesas, diálogos peligrosos, perfumes extraños, promesas cuantificadas en millones de euros, abrazos efusivos a enemigos aparentes que resultan ser amigos del alma...

Y si los que suben y bajan son políticos en activo, casi siempre dispuestos a desactivarse en lo ético y en lo estético, pues ya me dirán. Lo que uno acaba sabiendo puede poner los pelos de punta. O no. Depende. Depende de a cómo esté el kilo de dossier en el mercado de la trapisonda partidista o partidaria.

No sé si adivinan lo que estoy pensando. Pero lo que quiero decir y digo es que, sin haberme dado cuenta hasta hoy, poseo un tesoro, hecho de lo que he visto y oído, y de lo que veo y oigo, que tengo la obligación, como persona sensata que soy, de aprovechar y rentabilizar. Y para aprovecharlo y rentabilizarlo he decidido, a partir de ahora mismo, montar un Servicio de Espionaje que pongo sin condiciones previas a disposición de quien me pague mejor. Lo ya sabido, que es mucho, tendrá un precio, y lo que esté por saber o deba saberse, otro. La cuestión -no se enfaden- es hacerme rico cuanto antes, no vaya a ser que la cosa se ponga fea y las próximas elecciones las gane quien no debe ni merece.

domingo, 1 de febrero de 2009

SANTA MARIA MAGGIORE

He vuelto a mi plaza querida -Piazza di Santa Maria Maggiore- solamente para recordar que en un dia lejano llegué a soñar con Europa. Roma es eterna porque no cambia. La ventana del que fue mi despacho estaba cerrada. Pero cuando yo la abría, en aquel entonces, podía ver desde lo alto, como de tú a Tú, la imagen de la Virgen encaramada en la columna mariana que sigue allí, intacta, desde 1614. La fachada de la Basílica, por fin, está limpia como en los tiempos de su autor, Ferdinando Fuga. Y la estatua de nuestro Felipe IV, obra de Bernini, no ha perdido su arrogancia de bronce, que confunde todavía a los españolitos ignorantes que siguen diciendo que fueron los Reyes Católicos los que regalaron el oro inca que da esplendor al acojonante techo renacentista del templo maravilloso, cuando lo cierto es que el desgraciado imperio de las Américas fue conquistado durante el reinado de Carlos I.

Me emocioné, qué quieren que les diga, con la belleza y con la leyenda, con el recuerdo, con la vida no vivida, y le di la vuelta a la Basílica, hasta llegar a la contigua Piazza dell'Esquilino. Y me senté en la escalinata curva del ábside, a contemplar, como quien contempla el pasado más lejano, el Obelisco que dicen que vino de Egipto. Y digo que dicen, porque no tiene inscripciones que den señales del origen exacto.

¿Qué hacer entonces, después de tanta Historia, tanto sentimiento y tanta contemplación? ¿Seguir por la Via De Pretis, y por la Via Sistina, hasta la Piazza di Spagna? ¿O sería bueno doblar allá abajo hacia la Via Veneto? ¿O valdría la pena otro paseo, que me llevara por la izquierda hasta la Piazza Venezia y hasta San Pietro?

En la duda me encontraba, cuando, como si viniera de la Estazione Termini, apareció un autobús de la empresa Juliá, con matrícula de Barcelona, que fue a parar junto al hotelito que hay en la esquina de la Via Cavour. ¡Un autobús español, cargadito de turistas bulliciosos, que yo supe enseguida que eran canarios! ¡Una rondalla típica canaria, con sus timples y guitarras, en la colina donde sucedió aquel milagro de la intensa nevada, en el caluroso 5 de agosto del año 358! ¡Y se pusieron a tocar y a cantar, a coro, a todo volumen, Esta noche no alumbra / la farola del mar / esta noche no alumbra / porque no tiene gas, exactamente donde estuvo el templo pagano de Cibeles!