martes, 19 de febrero de 2008

GUAGUAS

Dice la Real Academia que en Canarias y en las Antillas una guagua es un "vehículo automotor que presta servicio urbano o interurbano en itinerario fijo". Pero, para entendernos con palabras más claras y sencillas, yo puedo decir y digo que tanto en unas islas como en las otras una guagua es lo mismo que un autobús. Lo digo así, porque sé lo que digo: porque perdí una buena parte de mi adolescencia esperando la llegada de las guaguas que nunca llegaban.

Pasaron los años, se agrandó la distancia, creció el olvido, y, para mí, en mi vocabulario, en otros mundos más al norte o más al sur, la palabra guagua dejó de existir. O, de seguir existiendo, dejó de tener utilidad. Nadie la usaba. Nadie la hubiera entendido. Hasta que, nada menos que en Toulouse, la volví a oír.

Un boliviano residente en Francia, empeñado en tratarme bien, me hablaba con frecuencia de sus guagüitas; de lo mucho que le gustaría que yo conociera sus guagüitas; de reunirnos un día cualquiera, en su casa, para comer y disfrutar del encanto de las guagüitas...

La insistencia era tanta, que hasta empecé a desconfiar. ¿Por qué me hablaba de guaguas si ni siquiera sabía que yo era canario? ¿Y por qué guagüitas, así, en diminutivo? ¿Y para qué querría las guaguas, en suelo francés, un hombre que se presentaba como político, o diplomático, o intelectual, o aristócrata, o algo parecido?

Un sábado, por fin, quedamos en la plaza del Capitole. Y de allí, puro centro urbano, fuimos en coche hasta una casa sencilla, situada en un barrio residencial, limpio, sencillo y ordenado, tranquilo, pura clase media, de los que existen en las afueras de Toulouse. La idea era la de merendar en familia, aprovechando la ocasión para conocer y admirar las guaguas... Pero ahora, con la merienda en la mesa, el doble objetivo parecía imposible, al no haber por ninguna parte ni vehículos ni garajes de gran tamaño...

Las guagüitas eran dos: dos niñas preciosas, morenitas, vestidas de blanco, como si vinieran de hacer la primera comunión... Niñas de origen andino, y no antillano ni canario... En los Andes y en quechua, un niño es un wáwa...

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