viernes, 9 de marzo de 2007

IBEROAMÉRICA

Si la Comunidad Iberoamericana de Naciones fuese una realidad políticamente consolidada, ni el presidente Bush ni el presidente Chávez andarían por América Latina predicando la nada, por no decir el oportunismo. Pero no, los que hablamos español y portugués no acabamos de ver ni de entender lo que podríamos ser, aquí y ahora, si, sencillamente, dejáramos de lado el gusto por la grandilocuencia y nos pusiéramos a trabajar, en serio, para construir un gran mercado: una gran alternativa Sur-Norte/Norte-Sur. Las Cumbres Iberoamericanas que se celebran anualmente no son precisamente una pérdida de tiempo, pero tienen algo de inconsistentes, de cosa antigua, de ceremonia sobrepasada en su estética de salón y en sus discursos decimonónicos. Y tanto desencuentro con la realidad no se puede remediar con la simple existencia de la Secretaría General Iberoamericana, que hay que aplaudir, pero sin engañarnos: sin llegar a creer que el Secretario General, Enrique V. Iglesias, puede hacer solito los milagros que no hacen los gobiernos, los pueblos, la prensa... Resulta increíble. Sólo en España viven cinco millones de iberoamericanos llegados del otro lado del Atlántico. Sólo España ya invierte en América Latina mucho más de lo que se necesita para tomar conciencia de lo que realmente nos une, con independencia de la historia y de la cultura. Y todo eso sigue sin contar con una Prensa propia, que lo analice, aclare y divulgue, de forma suficiente, consciente y continuada... Si sólo existe lo que se comunica, en Iberoamérica estamos en el limbo, por falta de comunicación. Y no sólo de comunicación. También de conocimiento. Seguimos organizando las Cumbres Iberoamericanas sin que nadie ponga sobre la mesa el proyecto de una verdadera Universidad Iberoamericana. Para saber de verdad lo que somos, cómo somos, dónde estamos y para dónde vamos, todavía tenemos que ir a las universidades del país del señor Bush. ¡Y Chávez, atrevido, queriendo ser Bolívar!

1 comentarios:

A las 10 de marzo de 2007, 13:07 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Para empezar a vislumbrar la situación en Sudamérica desde este lado del Atlántico, entender sería demasiado pretencioso, creo que en primer lugar deberíamos entender que Sudamérica no es un gran país sino una mezcolanza heterogenea de intereses diversos, agrupados en algo que llaman Estados o Naciones.

En segundo lugar, sobran tantos organismos y reuniones mientras no dejen de considerarse víctimas (y pedir millones de Euros, para los dirigentes corruptos, como compensación por ello) y empiecen a trabajar en serio en favor de su presente. Sólo así podrán soñar con tener un futuro.

Hoy por hoy sobran tantas Cumbres, o colinitas sería más realista llamarlas, que sólo sirven para que Chávez ahora y antes Fidel, pistola al cinto como buen guardían de las esencias revolucionarias, hagan alarde grandilocuente, aunque huero, de su populismo corrupto por esos países y diciendo aquello de "Revolución o muerte", entre canapé y copichuela (ahora de caviar de La Piara, desde que la URSS se transformó en Rusia).

Es curioso notar cómo en España se critica sarcásticamente aquel grito, idéntico en su fondo, de "Viva la Muerte" y algo menos el de "Vivan las caenas". Y llega a herir el alma cuando algunos aplauden con las orejas esa broma macabra de estos tiranos, donde dejan la "robolución" para ellos y la miseria y la muerte para los demás, a los que dicen defender, previo adoctrinamiento escolar.

 

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