martes, 14 de agosto de 2007

ROMPER ESPAÑA

Aznar, Rajoy, Acebes, Zaplana, y unos cuantos más del Partido Popular, nos han metido el miedo en el cuerpo, a muchos españoles, durante tres años seguidos, con todos sus días y todas sus noches, diciendo, afirmando, chillando, que el presidente Rodríguez Zapatero es un traidor: un infiltrado de ETA en el Gobierno de España, para romper en pedacitos menudos la Patria sacrosanta. Pero ahora han aflojado un poco. Ahora no saben qué decir, después de que el PSOE dejara en ridículo a su muchacho de Pamplona, un tal Puras, con la orden de que deje seguir gobernando Navarra al inconsistente Miguel Sanz Sesma, cabeza visible de UPN (Uno Por Nada).

Así son las cosas en este país que no se quiere a sí mismo: el PP dejó por ahora de exagerar, de mentir demasiado, de meter miedo, y de repente uno no sabe a qué atenerse. ¿España se rompe, o no se rompe? Sin una respuesta más o menos clara, más o menos creíble, la vida se convierte en un vamos a ver tibio, veraniego, donde da lo mismo usar corbata que andar en chancletas.

Y sin embargo, sí es cierto que hay algunas docenas de descerebrados, mitad leñadores, mitad jugadores de petanca, feos, sin afeitar, despreciables, que sueñan con dinamitar "el Estado". Pero éstos, aunque peligrosos, son tan sinuosos como los cabecillas del PP: dicen una cosa y hacen otra; o no la hacen; o se creen los dueños de una verdad imaginada; o se pierden en sus propios delirios. Les da lo mismo un contenedor, o un cajero automático, que un aeropuerto. Y para colmo, ahora viajan en taxi cuando van a matar.

Por eso digo yo que es en Cataluña donde España se está rompiendo un poquito, de verdad. Pues sólo allí coinciden todos los desastres habidos y por haber: se apaga la luz, los trenes no andan, la lluvia inunda hasta los sótanos más humildes, los tornados se llevan los toldos, las calles se hunden, los aeropuertos no funcionan...

Y hablando de Cataluña y de aeropuertos, me viene a la cabeza la mejor idea para romper España, en serio, de una vez por todas. Vean: Iberia, la compañía aérea, está a la venta, ¿no es cierto?; y nadie la compra; y El Prat, por falta de aviones que vuelen, parece un campamento de refugiados afganos... ¡¿Por qué, entonces, los catalanes no compran Iberia, se la llevan de Barajas, y la plantan, para que los españolitos se fastidien, en el susodicho El Prat?!

No hace falta que me aplaudan. Pero sí me gustaría que tuviesen en cuenta lo que les acabo de decir. Mañana me voy para mi querido Brasil en una compañía que no es Iberia. Y a la vuelta seguimos hablando de si España se rompe, o no se rompe, y por dónde, y por qué. Saludos.

1 comentarios:

A las 14 de agosto de 2007, 17:50 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Las cosas, como las casas, se pueden romper de muchas maneras. Una es dinamitándolas directamente, la otra forma es dejando que se deterioren con algo de ayuda, poco a poco, pero de tal forma que los vecinos no lo noten demasiado. Las dos formas llevan al mismo final, una de un macanazo, la otra de forma artera.

La ruptura puede ser tras un ¡ya no me llevo contigo! o de forma más sibilina como la gota malaya, de forma que quien advierte pueda ser tachado de alarmista. ¿Ven cómo nada se rompe? dicen los Pepinos y los López Garrido, pero hoy un niño de León no puede entender lo que se explica en la escuela catalana. Ni estos últimos, si tuvieran luz, trenes, aviones o carreteras para llegar a las Vascongadas profundas comprenderían lo que allí se explica en las ikastolas. Pero, eso sí, unos y otros piden a Madrid que les homologue ante el mundo sus certificados de escolaridad. Y alguien en Madrid ha de certificar, en una lengua que posiblemente no entiende, que aquel joven tiene unos conocimientos que no sabe si sabe y que, sin atentar contra las competencias autonómicas, puede intentar averiguar. ¿Seguimos con más ejemplos o ya siente que algo se ha roto, apenas con un suspiro, mientras crucificamos a los profetas?

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio