jueves, 12 de julio de 2007

NÚMEROS


Una vez, en Atenas, me encontré en medio de una reunión de trabajo en la que todo el mundo hablaba griego -sólo griego. Había recorrido miles de kilómetros para estar allí, en el día, en la hora y en el lugar exactos, y el esfuerzo y el costo no me sirvieron para nada. Pues nada entendí. Cuando regresé a São Paulo, después de pasar por Roma y Monrovia, y me pidieron explicaciones, no supe que decir. No tenía nada que decir. La mezcla de vergüenza y desencanto me había dejado mudo... Nunca más volví a hablar de aquella reunión, aunque, para mis adentros, no la haya olvidado. La recuerdo siempre que veo y escucho en la televisión a un comentarista de Bolsa. A éstos tampoco los entiendo. Sé que no están hablando griego, pero da lo mismo: es como si lo hablaran... Y ahora, para ponérmelo peor, quien comenta la Bolsa en Canal+ es una chica de nombre Lara Vadillo, carita asimétrica, verbo carcomido, aspecto huidizo, que habla vertiginosamente de la siguiente manera:

LasadvertenciaslanzadasdesdelosbancoscentralesdelaUEydeEstados
Unidossobresufirmevigilanciadelospreciosydelpeligrodeunrepuntede
lainflaciónhatenidounefectoleveenlosmercadosdevaloreseinmediato
enlosderentafijaelIbex35hacerradoestaagitadasemanaconunasubida
del1,12%conseguidoprácticamenteenlaúltimasesiónyquelesitúadenue
vosobreelniveldelos15.000puntoselcontrasteconestasubidadelaBolsa
estáenelavancede13"puntosbásicos"enlarentabilidaddelbonoa10años
queterminaenel4,75%...

La mujer tiene mérito. Pues no es fácil mantener la respiración de forma tan persistente, tragando al mismo tiempo tantos puntos y tantas comas. Una maravilla.

2 comentarios:

A las 12 de julio de 2007, 14:23 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Había también un gran personaje de la política que hablaba tragándose la mitad de las terminaciones de las palabras y atropelladamente, aunque sé que no es exactamente lo mismo que usted comenta, pero a pesar de su acento peculiar se le entendía todo lo que decía. Tal vez era porque tenía más ideas que palabras. Políticamente se llamaba Fraga Iribarne y se llama aún hoy como persona también Fraga Iribarne, Don Manuel. En el extremo opuesto está el político ZP, como persona dice ser y llamarse como su abuelo Zapatero, que pone todas las comas y puntos aparte y seguidos que le faltan a la muchacha, pero que no hay forma de saber qué idea está transmitiendo. Tal vez sea porque tiene más palabras que ideas

 
A las 12 de julio de 2007, 16:34 , Blogger Alejo Guanapay ha dicho...

Tiene usted razón. Yo estaba pensando en Comunicación y no en Política, que me interesa menos...

 

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