martes, 3 de noviembre de 2009

PÁJAROS

Cuando estoy en São Paulo y abro la ventana, lo primero que veo es un árbol que no deja de sorprenderme: el tronco caprichoso, que se niega a crecer recto, en vertical; las ramas independientes, desiguales, propensas a dar sombra más que a formar una copa; las hojas grandes y separadas; muchas vainas, que de lejos, mientras se mantienen verdes, se confunden con las hojas... Se trata de un árbol que de repente muda, y que de un día para otro parece más frondoso o menos frondoso, como si no fuese el mismo, o como si hubiese pasado mucho tiempo... Tardé meses en darme cuenta de que las mudanzas se deben a la mayor o menor cantidad de pájaros que haya en las ramas: miles de pájaros verdes, como las hojas, como pintados adrede, todos iguales, que abren las vainas verdes y se comen las semillas con una destreza que asombra... El espectáculo me recuerda que sigo sin saber nada, nada, ni de árboles extraños ni de pájaros miméticos y silenciosos...

En el pueblo en que nací, allá en la isla del viento y del olvido, sólo había un árbol: el eucalipto que mi padre cuidó y defendió hasta la muerte, justo delante de su casa. Era un árbol que a mí me emocionaba, por su soledad y por su belleza contradictoria: por su sombra única, alargada, y por el encanto del millón de pájaros que en él vivían y cantaban... Y un día, sin saber cómo ni de dónde, apareció ante mí, junto al árbol, un lujoso coche descapotable y azul, conducido por un señor bien vestido y afeitado que se hacía acompañar por la mujer más guapa del mundo... "Son gorriones, ¿verdad?" -me preguntó ella, refiriéndose a los pájaros. "No. Son chibís" -le contesté yo, seguro de mi respuesta, y sin saber lo que podría ser un gorrión... Los forasteros se alejaron en el coche, indiferentes, incrédulos, sin entender nada. Pues la palabra chibí sólo la conocen y utilizan (desde entonces...) las gentes viejas de algunos lugares de Canarias. Y yo tardé cincuena años en saber que un chibí no es, no, un gorrión. Es un phyloscopus collybita canariensis.

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