EL ADIÓS DE HILLARY

Alguien incluyó mi nombre y dirección, seguramente sin saber lo que hacía, en la base de datos que el equipo de Hillary Rodham Clinton ha venido utilizando en la increíble campaña contra el senador Obama. Y, durante meses y más meses, no he dejado de recibir mensajes cariñosos, que a veces me han hecho dudar de mi condición humilde y española. El que me llegó la semana pasada decía lo siguiente, entre otras cosas escritas en un castellano perfectamente discutible:

Querido amigo:

Quería que fueras uno de los primeros en saber que el sábado llevaré a cabo un evento en Washington D.C. para agradecer a todos los que han apoyado mi campaña. A lo largo de los pasados 16 meses, he tenido el privilegio y me ha emocionado la increíble dedicación y sacrificio de tantas personas que han trabajado para mi campaña. Cada minuto que invirtieron en ayudarme a ganar, cada dólar que donaron para mantenernos en la lucha, significaron más para mí de lo que puedo siquiera expresar.

El sábado, le extenderé mis felicitaciones al Senador Obama y le daré mi apoyo por su candidatura. Esta ha sido una larga y ardua campaña, pero como siempre lo he dicho, mis diferencias con el Senador Obama son pequeñas comparadas con las diferencias que tenemos con el Senador McCain y los republicanos.

He dicho a lo largo de la campaña que apoyaría firmemente al Senador Obama si él era el nominado del Partido Demócrata, e intento cumplir mi promesa.

Yo sé que mientras continúo mi trabajo de toda la vida, luchando para que Estados Unidos sea más próspero y por un mundo mejor...

Etcétera etcétera y tal y tal.
Gracias,
Hillary