martes, 30 de diciembre de 2008

AÑO NUEVO


¿Por qué vienes ahora, Año Nuevo,
cuando todo está viejo y cansado?
¿Por qué sugieres tantas esperanzas
si estás hecho de tantos fracasos?

No me digas que eres tú, Año Nuevo,
el que va a poner las cosas en su sitio.
Tú no podrás hacer lo que no hicieron
los años que vinieron y se fueron.

Puedes quedarte un año, Año Nuevo.
Pero no te quedes ni un minuto más.
Pues, si te quedaras más de lo debido,
el fin inevitable podría no ser fin.

Y no creas que te temo, Año Nuevo.
No. No tengo miedo de tus amenazas.
Yo sé vivir sin que la vida se renueve.
No quiero sufrir tu tiempo prestado.

Por eso tendrías que saber, Año Nuevo,
que conmigo tienes poco que hacer.
No olvides nunca que yo llegué primero
y yo olvidaré que te conozco de algo.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio