jueves, 30 de octubre de 2008

COIMBRA - SALAMANCA

Durante muchos años tuve un sueño kilométrico. Soñaba con vivir en Coimbra y soñaba con vivir en Salamanca. Y como no podía vivir a la vez en los dos lugares, separados por 320 kilómetros de carretera, hasta llegué a soñar con vivir en Guarda (la ciudad más alta de Portugal), o en Ciudad Rodrigo, para estar a medio camino de los dos sueños grandes, y así poderlos tener más cerca.

Cuando cuento lo que estoy contando, los que me oyen o me leen piensan que estoy contando cuentos. Pues les cuesta entender que se pueda querer por igual a dos mujeres, o a dos ciudades, sobre todo si son gemelas, o muy parecidas.

Pero resulta que yo no tengo la culpa de que Coimbra esté bañada por el río Mondego y Salamanca por el río Tormes; que la una esté a 200 kilómetros de Lisboa, y la otra a poco más de 200 de Madrid; que ambas tengan alrededor de 160.000 habitantes.

Y no entro, para no entrar en razones más profundas o en querencias más sentidas, ni en el peso histórico, ni en la densidad cultural de las dos ciudades. Por ese lado, bastaría recordar un poco el carácter universitario de ambas, para darse cuenta de que es casi imposible optar por una o por otra, a la hora de escoger un lugar maravilloso para vivir una vida que valga la pena.

La Universidad de Coimbra es una de las más antiguas de Europa, y fue la única de Portugal hasta que, en 1910, con la llegada de la República, se crearon las de Lisboa y O Porto. La fundó el rey Don Dionisio en 1290. Los vaivenes del poder y la política la trasladaron por tres veces, en tres épocas distintas, a Lisboa. Tuvo que reinar Juan III para que en 1537 volviera definitivamente a Coimbra y se instalara en el antiguo y bello palacio real, revitalizada con la contratación, como profesores, de numerosos sabios extranjeros.

Con el régimen de Salazar la Universidad de Coimbra nunca tuvo buenas relaciones. Eso explica que "volviera a nacer", colocándose de nuevo entre las mejores de Europa, y acercándose a Iberoamérica, después de la Revolución de los Claveles.

Para muchos, la Universidad de Salamanca (con las de Bolonia y París) es la universidad más importante del mundo. Se consolidó en 1254, por la unificación de otras instituciones más viejas, cuando el papa Alejandro IV le concedió el privilegio de studium generale. En ella han enseñado personalidades como Fray Diego de Deza, San Juan de la Cruz, Fray Domingo de Soto, San Vicente Ferrer, Fray Luis de León, Fray Francisco de Vitoria, Antonio de Nebrija, Félix Lope de Vega, Luis de Góngora, Calderón de la Barca, Unamuno... ¿Qué más hay que decir antes de ponerse a vivir donde se renovó la escolástica y se fraguó el derecho internacional moderno?

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