SÍ SE PUEDE
Nada está decidido por completo, todavía, pero todo hace pensar que Obama será, en breve, el sustituto de Bush. Y a Bush no se le sustituye con una simple mudanza personal y familiar, de la casa propia, donde han crecido las niñas adoradas, en Chicago, al caserón prestado, donde se esconde el poder, en Washington.
Para sustituir a Bush sin riesgo de muerte política hay que desinfectar la Casa Blanca. Hay que barrer y lavar el mundo. Y eso no se hace así por las buenas, sin mucha lejía y un buen cargamento de escobas resistentes...
Entre la campaña electoral y el ejercicio presidencial hay un abismo. Las palabras del candidato no van más allá de las urnas. Pero gobernar es otra cosa, más seria: es preguntar, con nombres y apellidos, con fotos de frente y de perfil, por los que hundieron el sistema financiero; por los que han llevado a la muerte a tantos jóvenes soldados; por los que han despreciado a medio mundo; por los que han puesto en ridículo al país más poderoso de la Tierra...
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