viernes, 26 de febrero de 2010

"ESTADO ESPAÑOL"

Cuando las palabras se corrompen, es que todo está corrompido. O al revés: los que niegan la existencia de España son los que más hablan de un incómodo Estado Español. Algo puede ser español sin que exista España? Al profesor Neira, descontento con la Justicia injusta, le oigo decir, después de haber arriesgado la vida defendiendo a una mujer del energúmeno que la castigaba, que siente vergüenza de ser español -que le gustaría vivir en otro país. A un ciudadano español residente en el Caribe le oigo decir que no le gusta España: según él, los camareros de ese país imaginario siempre están recriminando a los clientes; y los clientes, por su lado, siempre están de un mal humor insoportable... Yo decía cosas parecidas en los años sesenta del siglo pasado. Y, por decirlas, tuve que irme. Y ahora he vuelto a irme sin decir mucho más, porque ya no tengo dudas: una España habitada por una mayoría de personas que ni siquiera quieren pronunciar la palabra España, es una ficción... Una ficción peligrosa: inventada y gestionada por miserables "representantes del pueblo"; envenenada por obispos medievales, por la mediocridad de Zapatero y por el brutal oportunismo de Rajoy... Se podría vivir, por ejemplo, en una Andalucía presidida por el desenfreno ético y por la repugnante manipulación de un tal Arenas?

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