viernes, 2 de octubre de 2009

TAHÍCHE

Tahíche, con esa hache y ese acento en el medio, era una aldea desolada, rodeada de restos volcánicos, castigada por el viento, que quedaba al margen de carreteras que iban para otros lugares. Sus vecinos varones se dedicaban sobre todo a la pesca. Y la pesca los alejaba durante meses de sus familias. Las mujeres se quedaban solas, despeinadas, vestidas de negro, cuidando de los hijos sin futuro y de las casas pobres, que se les caían encima de tan pobres. Pero en Tahíche, pese a la adversidad, había una escuela primaria instalada en el peor de todos los inmuebles: una escuela que era femenina por las tardes y masculina por las mañanas. La maestra, desatenta y desagradable, sobre todo conmigo, vivía allí mismo, escondida en un cuarto de piedra seca con un ventanuco miserable. El maestro era yo, con sólo 17 añitos de edad, porque la brutal depuración política del Magisterio había apartado a los profesores de carrera, y, también, porque mi familia y mis vecinos más ilustres habían tenido la ocurrencia, en aquellos tiempos y en aquella isla, de enseñarme gramática, matemática, ética, estética, latín, canto gregoriano, dibujo y otras cosas "inútiles". Y un buen día recibí un oficio de la Delegación Insular del Frente de Juventudes (F.E.T. y de las J.O.N.S.) que decía: "Delegación Insular - ARRECIFE - A efectos de cumplimentar circular de nuestro Excmo. Sr. Gobernador Civil-Jefe Provincial del Movimiento, ruego a Vd. comunique a la mayor brevedad que le sea posible relación nominal y edades y domicilios de la matrícula de alumnos de su escuela. - POR DIOS, ESPAÑA Y SU REVOLUCIÓN NACIONAL-SINDICALISTA - Arrecife, 31 de Enero de 1.953 - EL DELEGADO INSULAR - Sello oficial y firma ilegible". Y yo, claro está, no tardé en mandar la lista, escrita a mano, con aquella letra mía de adolescente soñador:
- Plácido Betancort González, 12 años.
- Agustín Pérez y Pérez, 10 años.
- Domingo Valdivia Robayna, 12 años.
- Maximino Duque Pérez, 12 años.
- Domingo Duque Pérez, 7 años.
- Félix Martín García, 10 años.
- Jeremías Martín García, 7 años.
- Juan Cáceres Delgado, 8 años.
- Matías Betancort González, 8 años.
- José Pérez Valdivia, 7 años.
- Angelito Delgado Pérez, 7 años.
- Manuel Pérez Rodríguez, 8 años.
- Rafael Padrón Barreto, 8 años.
- José Padrón Barreto, 6 años.
- José Pérez Caraballo, 6 años.
- Blas Martín Abreut, 10 años.
- Antonio Rodríguez Domínguez, 12 años.
- Juan Rodríguez Domínguez, 12 años.
- Antonio Martín Betancort, 10 años.
- Domingo Fontes Betancort, 10 años.
- Luciano Fontes Betancort, 7 años.
- José Pérez Robayna, 9 años.
- Agustín Pérez Robayna, 12 años.
- Andrés Hernández González, 10 años.
- Manuel Hernández González, 7 años.
- Agustín Valdivia Robayna, 10 años.
- Domingo Callero Robayna, 12 años.
- Manuel Duque Betancort, 8 años.
- Vicente León Cabrera, 9 años.
- Santiago Sánchez Abreut, 9 años.
- Luciano Pérez Caraballo, 10 años.
- Rafael Duque Betancort, 10 años.
- Tobías Domínguez Fontes, 8 años.
- Manuel Delgado León, 8 años.
- Francisco Fontes Pérez, 11 años.
Pasó una eternidad, pasaron la vida y la muerte de César Manrique, las cosas mejoraron en Tahíche, que ahora hasta tiene una cárcel famosa donde detienen a los políticos, y hoy, entre mis papeles viejos, en una universidad del otro lado del mundo, vuelvo a encontrar aquel oficio y aquella lista de mis primeros y queridos alumnos. Qué habrá sido de ellos? Se acordarán de mí?

1 comentarios:

A las 26 de octubre de 2015, 16:00 , Blogger Unknown ha dicho...

Sí que le recuerdan.
Mi padre es Blas Martín Abreut, pero hoy ya no tiene 10 sino 73 años.
Un abrazo desde Lanzarote

 

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