domingo, 6 de junio de 2010

SÃO PAULO DE NOCHE

De noche, São Paulo deja de ser una selva de rascacielos y se convierte en un firmamento de ventanas indiscretas. Son tantos los interiores iluminados en la oscuridad nocturna, que sencillamente no cabem en la mirada de un simple ser humano... Pero, en cambio, de noche sí se puede ver, ventana por ventana, lo que de día permanece invisible... Desde el otro lado de una calle cualquiera es posible observar, sin tapujos, cómo la vida no para después de ponerse el sol: la pareja que se abraza, la mujer en la cocina, los hombres que discuten, la chica desnuda, los niños que juegan, la reunión de empresarios, el anciano que duerme, el televisor que parpadea... Lo que no se ve con claridad son los pensamientos. Ni las angustias acumuladas... En qué acabará tanto vivir? Cómo será el día de mañana, cuando el dolor y la alegría, el odio y el amor, la amargura y la esperanza, amanezcan otra vez? 

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